La inteligencia artificial está cambiando la forma en que trabajamos, pero pocos hablan de un detalle clave: la manera en que nos comunicamos con ella. Los famosos prompts o instrucciones que damos a las IA pueden marcar la diferencia entre un resultado mediocre y uno sorprendente.

Hablarle a una IA no es como programar, es más cercano a una conversación. Mientras más clara, directa y natural sea tu petición, mejores resultados obtendrás. Por ejemplo, no es lo mismo decir:

“Genera un texto sobre marketing”,

que pedir:

“Redacta un artículo breve, claro y persuasivo sobre cómo el marketing digital puede aumentar las ventas de pequeños negocios”.

¿La diferencia? Claridad, contexto y enfoque. Y aquí es donde nuestros servicios pueden ayudarte. Si quieres sacar el máximo provecho de herramientas como ChatGPT, Copilot o Midjourney, te asesoramos para que consigas resultados útiles, creativos y efectivos.

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